Publicidad subliminal.
Publicidad subliminal es todo aquel mensaje
audiovisual que se emite por debajo
del umbral de percepción consciente y que incita al consumo de un
producto.
En el
caso de las imágenes en movimiento el ser humano no es capaz de percibir
de manera consciente cada una de las imágenes que se proyectan sobre
una pantalla a una cadencia superior a 14 imágenes por segundo.
Sin
embargo el celebro sí que es capaz de percibirlas de tal manera que
cualquier mensaje que se inserte por este método puede ser percibido de
manera insconsciente.
La publicidad instintiva, como su nombre indica, presenta
mensajes que provocan reacciones emocionales.
Puede convertir el producto en
un fenómeno desligado incluso de
sus prestaciones directas: un desodorante que despierta irrefrenablemente
los sentidos, unos vaqueros que se convierten en símbolo de tus aspiraciones
...
El mensaje puede incluir imágenes, sonidos, formas, colores o palabras que estimulen o produzcan atracción. La manera en que aparezcan nos permite señalar dos tipos de percepción:
El mensaje puede incluir imágenes, sonidos, formas, colores o palabras que estimulen o produzcan atracción. La manera en que aparezcan nos permite señalar dos tipos de percepción:
- Percepción consciente
El mensaje se compone de elementos que son percibidos conscientemente. En él cualquier tipo de estímulo se reconoce con claridad, por lo que el público que lo recibe puede elaborar un juicio de acuerdo con su esquema de valores y con pleno conocimiento de lo que se le propone. - Percepción inconsciente.
En este caso el mensaje incluye estímulos que no son percibidos a primera vista, pudiendo generar en el individuo una respuesta que no controla al mismo nivel que cuando sí es consciente de ellos.
La publicidad subliminal nace en 1956 en Nueva Jersey cuando James Vicary intercaló dos fotogramas
en una película. Uno de ellos era un anuncio de Coca Cola y otro de
palomitas de maíz. Esos fotogramas, imposibles de ver para el público provocaron un incremento en la venta del refresco un 18% y en el de las palomitas un 58%. Éstos datos no son del todo reales ya que también influían el calor dentro de la sala del cine y los anuncios colocados a la entrada.
El sector más afectado por la publicidad subliminal, es el sector de las bebida alcohólicas, así como el automovilístico el de los cosméticos concretamente a los perfumes por su alto contenido erótico son grandes campos de debate sobre la publicidad subliminal.
Por su parte, la publicidad subliminal no ha de ser confundida con la publicidad asociativa o el emplazamiento.
La publicidad asociativa, es aquella que exhibe al público consumidor un producto o prestación de servicio,
de una manera que no es igualmente diferenciada y lo introduce a su
automatismo o consumo en tosquedad de las razones genuinas.
Es también muy corriente identificar de manera errónea publicidad subliminal con el emplazamiento (product placement en inglés, cuya traducción literal sería producto expresamente colocado).
Uno de los muchos casos existentes lo crearon los productores de Parque Jurásico III, película en la que se pidió apoyo al ejército de Estados Unidos para rodar el rescate final de Isla Nubla. La Infantería de Marina de Estados Unidos
ofreció varios barcos, vehículos blindados, soldados y un helicóptero a
cambio de que se cambiara la frase del guion "Alguien que tiene un
amigo en el Departamento de Defensa" por "Alguien que tiene un amigo en
los Marines" y el helicóptero girara frente a la cámara mostrando al
público la inscripción "Marines".
En España, la Ley General de Publicidad incluye la publicidad subliminal como un tipo publicidad ilícita definiéndola como:
Los estudios de psicología más difundidos dicen que para que un estímulo pueda producir algún efecto es necesario que sea percibido. Continuamente estamos sometidos a una gran cantidad de estímulos que el cerebro debe anular para evitarnos la locura. Por este motivo se puede decir todo lo que es imperceptible de manera consciente no tiene efectos.
Esta conclusión está apoyada también por los descubrimientos de la psicología experimental y las neurociencias, que muestran que las transmisiones de información a través de las neuronas responden a la ley del todo o nada. En otras palabras, para que una información se transmita a través de una neurona debe darse un potencial de acción y en ese punto sólo hay dos opciones: o se transmite un potencial de acción o no se transmite. Cuando un potencial de acción se transmite se debe a que los estímulos han superado el umbral mínimo de percepción, pero cuando no lo superan no hay potencial de acción.
Algunos casos denunciados:
En España, la Ley General de Publicidad incluye la publicidad subliminal como un tipo publicidad ilícita definiéndola como:
"... aquella que por ser emitida con estímulos en el umbral de la sensibilidad no es conscientemente percibida"
- Se acusó al anuncio de Vetiver de la marca valenciana Puig de publicidad subliminal cuando la modelo sacaba un brazo de la piscina y lo apoyaba en el suelo en la sombra de la entrepierna proyectada por un modelo. La agencia de publicidad respondió que fue una casualidad y que la modelo no tenía instrucciones de colocar la mano en ningún sitio prefijado.
- También se dice que la botella de Coca-Cola fue diseñada subliminalmente porque su forma recuerda a la de un cuerpo de mujer. Sin embargo, sus creadores afirmaron que el objetivo del envase era ser sujetado sin problemas pese a estar mojado, frío y no tener superficies ásperas.
- A-style levantó controversia debido a una agresiva campaña publicitaria basada alrededor de su logo, una A estilizada que parece simular un encuentro sexual. La marca ha declarado que la polémica detrás del diseño es completamente intencionada .
Estudios sobre publicidad subliminal:
Los estudios de psicología más difundidos dicen que para que un estímulo pueda producir algún efecto es necesario que sea percibido. Continuamente estamos sometidos a una gran cantidad de estímulos que el cerebro debe anular para evitarnos la locura. Por este motivo se puede decir todo lo que es imperceptible de manera consciente no tiene efectos.
Esta conclusión está apoyada también por los descubrimientos de la psicología experimental y las neurociencias, que muestran que las transmisiones de información a través de las neuronas responden a la ley del todo o nada. En otras palabras, para que una información se transmita a través de una neurona debe darse un potencial de acción y en ese punto sólo hay dos opciones: o se transmite un potencial de acción o no se transmite. Cuando un potencial de acción se transmite se debe a que los estímulos han superado el umbral mínimo de percepción, pero cuando no lo superan no hay potencial de acción.
La existencia de la publicidad subliminal es un tema que provoca
fuertes controversias. Es aceptada como un hecho real por algunos
investigadores y en este sentido posee una limitada bibliografía.
Por otra parte, también existen muchos informes, e incluso estudios científicos, que sostienen no tener pruebas en absoluto acerca de su existencia.
Para la mayoría de investigadores, psicólogos y publicistas la publicidad subliminal es solamente una falacia o una leyenda urbana; sin embargo, las investigaciones más recientes finalmente han demostrado que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan.
Por otra parte, también existen muchos informes, e incluso estudios científicos, que sostienen no tener pruebas en absoluto acerca de su existencia.
Para la mayoría de investigadores, psicólogos y publicistas la publicidad subliminal es solamente una falacia o una leyenda urbana; sin embargo, las investigaciones más recientes finalmente han demostrado que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan.